Desde Boltaña, siguiendo el Nomadeo
del Camino nos dirigimos hacia el Puerto de Serrablo para finalizar en
la Carretera que con arranque en Alquézar llega hasta la primera
Población, numerosos lugares que habitado no ha mucho tiempo, se
encuentran, en la actualidad, totalmente abandonados y deshabitados.
Así, al poco de salir de dicho Epicentro, aparece sobre un montículo
rocoso el Caserío de Espierlo, pequeño lugar de magníficas
vistas, compuesto por dos Casas equipadas con todos los elementos para
la vida; Viviendas en cuyas Puertas se vislumbran algunas formas
protectoras, estas Casas dotadas de completos y tradicionales Hogares,
además de Patios, Corrales, Hornos y una impresionante Chimenea
Troncocónica, y como no, con su tradicional Espantabrujas, clásica del
Pirineo Aragonés. Algo apartada, se encuentra la Iglesia, obra del Siglo
XVII de una Nave culminada en un Testero plano, con Puerta bajo lonja,
hacia el Sur.
Divisaremos la imponente Peña Montañesa como telón de fondo. Pronto se arriba a Campodarbe,
Población deshabitada y vuelta a la vida, que acogió a la última
Familia, la de Garcés de Jánovas. Se asienta en un llano en el que se
desperezan sus escasas Viviendas, comunicadas por su Calle única, con
fachadas según las pautas de la Zona. Puertas doveladas, relieves y
símbolos protectores. Además, unas fantásticas Bordas. Cercano se
encuentra el Mesón de Fuebla, habitado Caserón de grandes proporciones con sus Edificios secundarios. Divisaremos la ribera del Río Ara a su paso por Jánovas. Tres Casas alineadas componen el lugar.
Sobre un Collado, se yergue la Pardina de Albás, solitaria Casa, de la que restan sólo sus paredes maestras. Bordas, Pozo cubierto con Horno de Pan en su interior, eso refleja el poderío de sus habitantes. Su principal actividad, la Ganadera, a cuyos muros llegaba también la Cabañera de Mediano durante el período alpino estival, al ser utilizada como Puerto de la mencionada Población de la ribera del Río Cinca. Nomadas en el Camino, nos lleva a los restos de las Casas de Montalban, Alastrue, San Hipólito, Letosa, y Bagüeste. Todas estas Poblaciones dominadas por el Barranco del Mascún. Aquí se ofrece los modelos visibles del Prepirineo Oscense, con grandes construcciones, algunas rehabilitadas y otras muy arruinadas.
Al Sur, está Sarratillo, agrupación de Casas, de nuevo con vida, y de construcciones secundarias con alguna notable Chimenea. La Casa presenta bajos abovedados y soportales, además de Balcón Solanar, Prensa de Vino y buenos ejemplos de Edificios auxiliares. Dejaremos el Camino para poder asimilar toda la riqueza arquitectónica que nuestra retina ha captado.
Sobre un Collado, se yergue la Pardina de Albás, solitaria Casa, de la que restan sólo sus paredes maestras. Bordas, Pozo cubierto con Horno de Pan en su interior, eso refleja el poderío de sus habitantes. Su principal actividad, la Ganadera, a cuyos muros llegaba también la Cabañera de Mediano durante el período alpino estival, al ser utilizada como Puerto de la mencionada Población de la ribera del Río Cinca. Nomadas en el Camino, nos lleva a los restos de las Casas de Montalban, Alastrue, San Hipólito, Letosa, y Bagüeste. Todas estas Poblaciones dominadas por el Barranco del Mascún. Aquí se ofrece los modelos visibles del Prepirineo Oscense, con grandes construcciones, algunas rehabilitadas y otras muy arruinadas.
Al Sur, está Sarratillo, agrupación de Casas, de nuevo con vida, y de construcciones secundarias con alguna notable Chimenea. La Casa presenta bajos abovedados y soportales, además de Balcón Solanar, Prensa de Vino y buenos ejemplos de Edificios auxiliares. Dejaremos el Camino para poder asimilar toda la riqueza arquitectónica que nuestra retina ha captado.
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