Impresiona
por su aspecto majestuoso. Por las muchas obras monumentales que
Cristianos, Judíos y Arabes acumularon en ella durante Siglos. Entre
tanta Piedra señorial se esconden también multitud de rincones llenos de magia. Os invito a descubrirlos uno a uno.
Es la Ciudad amasijo. Densa e irreductible. Y para colmo, empinada y envuelta en un clima tan extremo como su propia existencia. Más de dos Milenios de Historia han configurado en plena España mesetaria y áspera un auténtico conglomerado Cultural. Es la marca de unos Siglos Gloriosos, en los que la Ciudad fue Capital del Reino Visigodo, foco de esplendor en epoca Musulmana. Sede Primada y Centro del Imperio en tiempos Cristianos. En ella confluían Sabios y Eruditos venidos de los cuatro confines del Mundo entonces conocido.
Toledo se resiste a dejarse encasillar. No es Castellana ni Occidental, ni tampoco Oriental. Es, simplemente, una Ciudad de entramado típicamente Medieval.
El Color de Toledo es ocre, como sus Montes. Su Piel, de Ladrillo Visto y Mampostería.
Visitaremos el Palacio de Fuensalida, actual Sede del Gobierno Autónomo, o la reciente y acertada rehabilitación del Antiguo Convento de San Pedro Martir, que hoy alberga la Universidad de Castilla-La Mancha. Es inexcusable la visita de edificios tan señeros como las Sinagogas del Transito y de Santa María La Blanca, la Catedral o el Templo Mudéjar de Santiago del Arrabal. No nos olvidaremos de acudir a la Mezquita del Cristo de la Luz.
También se puede abordar Toledo desde una perspectiva Gótica, magnificada en la Iglesia de San Juan de los Reyes. Aunque Toledo nunca fue Capital del Reino, la Corte de Carlos V la eligió como su Residencia habitual. De ahí viene el Título de Ciudad Imperial.
Para mí, sin embargo, no hay mejor forma de conocer Toledo que la de dejarse llevar por los pies y la intuición, para perderse por Calles intimas y secretas, a salvo de las Tiendas de Souvenirs de dudoso gusto.
Es la Ciudad amasijo. Densa e irreductible. Y para colmo, empinada y envuelta en un clima tan extremo como su propia existencia. Más de dos Milenios de Historia han configurado en plena España mesetaria y áspera un auténtico conglomerado Cultural. Es la marca de unos Siglos Gloriosos, en los que la Ciudad fue Capital del Reino Visigodo, foco de esplendor en epoca Musulmana. Sede Primada y Centro del Imperio en tiempos Cristianos. En ella confluían Sabios y Eruditos venidos de los cuatro confines del Mundo entonces conocido.
Toledo se resiste a dejarse encasillar. No es Castellana ni Occidental, ni tampoco Oriental. Es, simplemente, una Ciudad de entramado típicamente Medieval.
El Color de Toledo es ocre, como sus Montes. Su Piel, de Ladrillo Visto y Mampostería.
Visitaremos el Palacio de Fuensalida, actual Sede del Gobierno Autónomo, o la reciente y acertada rehabilitación del Antiguo Convento de San Pedro Martir, que hoy alberga la Universidad de Castilla-La Mancha. Es inexcusable la visita de edificios tan señeros como las Sinagogas del Transito y de Santa María La Blanca, la Catedral o el Templo Mudéjar de Santiago del Arrabal. No nos olvidaremos de acudir a la Mezquita del Cristo de la Luz.
También se puede abordar Toledo desde una perspectiva Gótica, magnificada en la Iglesia de San Juan de los Reyes. Aunque Toledo nunca fue Capital del Reino, la Corte de Carlos V la eligió como su Residencia habitual. De ahí viene el Título de Ciudad Imperial.
Para mí, sin embargo, no hay mejor forma de conocer Toledo que la de dejarse llevar por los pies y la intuición, para perderse por Calles intimas y secretas, a salvo de las Tiendas de Souvenirs de dudoso gusto.
7 LUGARES PARA VIVIR LA CIUDAD
- PUERTA DE BISAGRA: Principal entrada a la Ciudad, fue desde antiguo el Acceso directo hacia el Centro Urbano, y tras ella se encuentran los Barrios Medievales surgidos a partir del Siglo XII.
- PUENTE DE SAN MARTIN: Construido en el Siglo XIV, es una curiosa muestra de Arte Militar Medieval con cinco Arcos y dos Torreones Defensivos.
- SAN JUAN DE LOS REYES: El Monasterio se empezo a construir en 1.477 para conmemorar el triunfo de los Reyes Católicos en la Batalla de Toro. El monumental edificio combina estructuras del Gótico Flamígero con Techumbres y Ornamentos Mudéjares.
- MEZQUITA DEL CRISTO DE LA LUZ: Uno de los testimonios del Toledo Arabe que subsiste en mejores condiciones. Una Inscripción certifica que se construyó a comienzos del Año 1.000.
- SINAGOGA SANTA MARIA LA BLANCA: Nada en el exterior de Santa María permita sospechar la extraordinaria belleza que encierra. Sus cinco Naves blancas, separadas por Arcos de Herradura sobre Pilares con bellos Capiteles, son lo mejor del Arte Almohade en España.
- LA CATEDRAL: Para muchos, es el más bello Monumento de Toledo. Sus dimesnsiones, 120 metros de Largo por 60 metros de Ancho son espectaculares. El Estilo Gótico del edificio roza la perfección.
- ORILLA DEL TAJO: Justo debajo de la Muralla, a la altura de la Carrera de San Sebastián, el Talud que desciende hacia el Tajo se ha convertido en Parque medio salvaje. Es hoy uno de los Paseos más agradables de la Ciudad.
Toledo
tiene una gran Tradición Artesana, que se refleja en las numerosas
Tiendas y Talleres que hay por toda la Ciudad. El Damasquinado,
incrustación de Hilo de Oro sobre Metales, se emplea para decorar
Platos, Pulseras, Cajas, etc.
Aunque nacido en Creta, Domenico Theotocópuli, más conocido como el Greco desplegó toda su creatividad en Toledo, Ciudad que luce con orgullo sus Lienzos en distintos edificios.
TOLEDO: LATITUD: N39º51.510' / LONGITUD: W004º01.017'
Aunque nacido en Creta, Domenico Theotocópuli, más conocido como el Greco desplegó toda su creatividad en Toledo, Ciudad que luce con orgullo sus Lienzos en distintos edificios.
TOLEDO: LATITUD: N39º51.510' / LONGITUD: W004º01.017'
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