La Capital Belga refleja el buen gusto y
el saber vivir de sus habitantes. Palacios, Iglesias y Jardines la
convierten en un Monumento a la exquisitez.
Entre el constante zumbido de la gente que regatea, revuelve y husmea, examino los Puestos del Marché aux Puces, en la Plaza del Jeu de Balle, el Rastro de una de las Capitales Europeas con mayor oferta de Arte.
Por cierto, también luce el Sol sobre una Ciudad que muchos imaginan perpetuamente nublada. El Cielo puede ser de un Azul intenso, y los colores y la animación invaden timidamente unas Calles que podrían suponerse grises, tristes y aburridas.
En realidad, Bruselas no es una Ciudad aburrida, pero tampoco Cosmopolita. La imágen del Funcionario gris que, bajo un cielo lluvioso, acude a su trabajo, responde a la verdad. Además, la "Movida" está escondida y cuesta encontrarla, debido a que la Capital Belga es una suma de Comunidades que se mezclan muy raramente, sobre todo en Público.
La aglomeración Bruselense está compuesta por diecinueve Comunas, cada una de las cuales cuenta con importantes Competencias Administrativas. Este simple hecho impide que se pueda hablar de un único y auténtico Latido Bruselense. Lugar de encuentro entre las Culturas Nórdica y Mediterránea, la Historia, incluso la más reciente, habla de incomprensiones y conflictos. Lo dicho, "Juntos, aprendemos. Revueltos, nos peleamos".
Bélgica no existe. Sólo hay Flamencos y Valones. Y Bruselas, la Capital, es un reflejo de ese estado de cosas. Comunas Flamencas y Comunas Valonas, Bares Valones y Bares Flamencos, Televisión Flamenca y Televisión Valona, y así hasta el Infinito. Puedo hablar con profundidad de todas esas cosas, porque he vivido en Amberes o en Antwerpen. Capital Flamenca por excelencia.
¿Ciudad compartimentada? Bastante. La única excepción, numerosa e influyente, es la de los "Emigrantes de Lujo". Los Funcionarios de la Unión Europea o de la OTAN, los Miembros de los numerosísimos Cuerpos Diplomáticos acreditados en Bruselas.
Con sus comidas o aperitivos al aire libre, las Terrazas de la Grand Place son una de las grandes aficiones locales. El escenario es magnífico, con una enorme colección de Edificios, la mayoría de Estilo Barroco Flamenco. Más de doscientas Estatuas de antiguos Duques y Duquesas de Brabante adornan la Fachada del Ayuntamiento. Por favor, visitar, dos Cafés, Le Roi d' Espagne y la Chaloupe d'Or. Extraordinarios.
A no mucha distancia de la Grand Place se encuentra el Manneken Pis. El impúdico niño se ha convertido en Símbolo de Bruselas, más incluso que el Atomium.
En los alrededores de la Grand Place se forma una maraña de callejuelas donde se come a cualquier hora. El Menú es, a menudo, sencillo. Moules Frites (Mejillones con Patatas Fritas). Las Calles adyacentes a la Iglesia de Sainte Catherine albergan el Mercado de Pescado, y allí, claro está, se concentra la mejor selección de Restaurantes Marineros de la Ciudad.
Las Piedras de la Calle Haute, núcleo del Barrio de Marolles, presenciaron los combates que condujeron a la Independencia del País. En la actualidad, esta Vía cobija numerosos Bares y Restaurantes, con claro sabor Español. Sirven Paella, Sangría y, sobre todo, Tapas.
Y de la Cerveza, ¿qué? La hay de todos los colores y sabores, negras y no tan negras, para servir calientes o, mejor, frías. Acudir a los Cafés, los Bistrots, las Cervecerías.
Los amantes y bebedores de Cerveza, no se pueden perder Le Moeder Lambic, en Saint Gilles. Casí mil Cervezas para degustar.
LAS SEIS VISITAS
Entre el constante zumbido de la gente que regatea, revuelve y husmea, examino los Puestos del Marché aux Puces, en la Plaza del Jeu de Balle, el Rastro de una de las Capitales Europeas con mayor oferta de Arte.
Por cierto, también luce el Sol sobre una Ciudad que muchos imaginan perpetuamente nublada. El Cielo puede ser de un Azul intenso, y los colores y la animación invaden timidamente unas Calles que podrían suponerse grises, tristes y aburridas.
En realidad, Bruselas no es una Ciudad aburrida, pero tampoco Cosmopolita. La imágen del Funcionario gris que, bajo un cielo lluvioso, acude a su trabajo, responde a la verdad. Además, la "Movida" está escondida y cuesta encontrarla, debido a que la Capital Belga es una suma de Comunidades que se mezclan muy raramente, sobre todo en Público.
La aglomeración Bruselense está compuesta por diecinueve Comunas, cada una de las cuales cuenta con importantes Competencias Administrativas. Este simple hecho impide que se pueda hablar de un único y auténtico Latido Bruselense. Lugar de encuentro entre las Culturas Nórdica y Mediterránea, la Historia, incluso la más reciente, habla de incomprensiones y conflictos. Lo dicho, "Juntos, aprendemos. Revueltos, nos peleamos".
Bélgica no existe. Sólo hay Flamencos y Valones. Y Bruselas, la Capital, es un reflejo de ese estado de cosas. Comunas Flamencas y Comunas Valonas, Bares Valones y Bares Flamencos, Televisión Flamenca y Televisión Valona, y así hasta el Infinito. Puedo hablar con profundidad de todas esas cosas, porque he vivido en Amberes o en Antwerpen. Capital Flamenca por excelencia.
¿Ciudad compartimentada? Bastante. La única excepción, numerosa e influyente, es la de los "Emigrantes de Lujo". Los Funcionarios de la Unión Europea o de la OTAN, los Miembros de los numerosísimos Cuerpos Diplomáticos acreditados en Bruselas.
Con sus comidas o aperitivos al aire libre, las Terrazas de la Grand Place son una de las grandes aficiones locales. El escenario es magnífico, con una enorme colección de Edificios, la mayoría de Estilo Barroco Flamenco. Más de doscientas Estatuas de antiguos Duques y Duquesas de Brabante adornan la Fachada del Ayuntamiento. Por favor, visitar, dos Cafés, Le Roi d' Espagne y la Chaloupe d'Or. Extraordinarios.
A no mucha distancia de la Grand Place se encuentra el Manneken Pis. El impúdico niño se ha convertido en Símbolo de Bruselas, más incluso que el Atomium.
En los alrededores de la Grand Place se forma una maraña de callejuelas donde se come a cualquier hora. El Menú es, a menudo, sencillo. Moules Frites (Mejillones con Patatas Fritas). Las Calles adyacentes a la Iglesia de Sainte Catherine albergan el Mercado de Pescado, y allí, claro está, se concentra la mejor selección de Restaurantes Marineros de la Ciudad.
Las Piedras de la Calle Haute, núcleo del Barrio de Marolles, presenciaron los combates que condujeron a la Independencia del País. En la actualidad, esta Vía cobija numerosos Bares y Restaurantes, con claro sabor Español. Sirven Paella, Sangría y, sobre todo, Tapas.
Y de la Cerveza, ¿qué? La hay de todos los colores y sabores, negras y no tan negras, para servir calientes o, mejor, frías. Acudir a los Cafés, los Bistrots, las Cervecerías.
Los amantes y bebedores de Cerveza, no se pueden perder Le Moeder Lambic, en Saint Gilles. Casí mil Cervezas para degustar.
LAS SEIS VISITAS
- GRAND PLACE: Declarada Patrimonio de la Humanidad, acoje un soberbio Conjunto de Edificios, incluido el fabuloso Ayuntamiento. También los famosos Museos de la Cerveza.
- TEATRO DE LA MONEDA: La Opera de Bruselas llama la atención por el artístico Frontón que remata la Fachada Neoclásica.
- NOTRE DAME DU SABLON: Es una Joya del Gótico Flamígero, completada durante el Siglo XVI.
- CENTRO BELGA DEL COMIC: Alberga más de treinta mil Obras. Con protagonismo especial hacia Tintín.
- PALACO REAL: La Residencia de los Monarcas Belgas es un ostentoso Edificio que conserva una soberbia Colección de Tapices de Goya.
- CATEDRAL: Iniciada durante el Siglo XIII, la Obra no concluyo hasta pasadas tes Centurias. Es un bello Edificio Gótico. Grandioso.
BRUSELAS: LATITUD: N50º50.500' / LONGITUD: E004º21.217'
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