martes, 17 de enero de 2012

VIENA



Fastuosa y alegre, es Ciudad de dos caras, siempre seductoras. La relación que uno establece con Viena es, casi de inmediato, de indole personal. Las Ciudades de Piedra están ahí, se visitan y pasan acto seguido al Panteón de la Memoria, o al Album de Fotos. Con Viena no ocurre así. Lo que tienes delante es más que un Territorio poblado de tesoros.
Es ésta una Ciudad de la que muy pocos lugares pueden enorgullecerse. Crecio a orillas del Danubio, Autopista líquida de la Historia, donde se cruzan los Caminos de Europa y Asia. Es normal, que haya sido rompeolas de ambiciones y conflictos, no sólo antiguamente. El Imperio Turco no pudo con esta Barricada, pero hace más bien poco cuando en 1.814 el Congreso de Viena dibujaba Europa a ritmo de Polca. O más tarde, cuando los Espías se colaban por lo agujeros de los dos Grandes Bloques. Así pues, Viena es algo más que un destino mítico, es parte de nuestro Historial Clínico.
Hay una Viena triunfal y facilona, la que primero salta a los ojos, la más obvia, la que nutre Postales, Folletos y Paquetes Turísticos. La Viena Imperial, la Musical, la de los Cafés, de la Cultura y de la vida confortable. No esta mal para empezar.
El Bulevar llamado Ring, cinturón que ocupan las Murallas Medievales, envuelve este Núcleo y donde está la Catedral Gótica de San Esteban.
Casi frente a ella, el Imperio plantó el Complejo Palatino del Hofburg, y más tarde, en los bordes suburbanos, los Palacios de Belvedere y Schönbrunn. Podemos revivir bailes gremiales que, con la excusa del Fasching (Carnaval), toman al asalto el Palacio Imperial durante el Invierno.
A ritmo de Vals, por supuesto. Ya podeis alquilar o comprar un Esmoquin, como tuve que hacer yo, para la ocasión. La sangre de los Vienes parece estar llena de corcheas y semicorcheas. El Vals es el Compuesto Rítmico más célebre del Mundo (el único con Verbo propio Valsear), la Familia Strauss tuvo mucho que ver.
Una recomendación, nadie puede irse de Viena sin visitar el Kunsthistorisches Museum (Historia del Arte), uno de los Grandes de Europa, donde, por cierto, se ofrece una Colección de Pintura Española más que notable.
Luego esta la Viena glotona y golosa, la celosa vestal de esa Cocina Astrohúngara capaz de matar a Emperadores. La Viena de nata y chocolate. Los Cafés de Viena son tema aparte. Podrían dar pie, perfectamente, a una asignatura de Historia Contemporanea.
En los Beisel ( especie de Bistrot), el Plato del Día es un Festín asequible. Visitar el vecino Pueblecito de Grinzing, se puede beber Vino jóven y pálido en un ambiente muy campechano.
En definitiva, hay pues, dos Vienas, o tal vez muchas, no siempre fáciles de conciliar. Viena Burguesa y Clásica hay para rato. Al menos, mientras existan Espíritus dispuestos a asistir a un Baile de debutantes, o al Concierto de Año Nuevo en la Musikverein.

VIENA IMPRESCINDIBLE

  • TEATRO NACIONAL: Se inauguró en 1.888, con Estilo Renacentista y elementos Neobarrocos. En el interior hay Frescos de Gustav Klimt.
  • MUSEO ETNOLOGICO: Perderse en la Sección Azteca, con la Corona de Moctezuma, o las Colecciones del Capitan Cook.
  • CATEDRAL DE SAN ESTEBAN: Edificada sobre restos de una Antigua Basílica Romana, es el Símbolo de Viena.
  • TEATRO DE LA OPERA: Junto con la Catedral es uno de los Símbolos de la Ciudad. El Edificio fue destruido en 1.945, pero se mantiene la Fachada original.
  • HOFBURG: El enorme Complejo Palaciego fue durante Siglos Residencia Real y adquirió especial esplendor durante la etapa Imperial de Francisco José I. Hoy Alberga la Biblioteca Nacional de Austria y la Escuela Española de Equitación.
  • PALACIO SHOÖNBRUNN: En las afueras de Viena, fue el Palacio de Verano de la Familia Imperial. El Edificio es Barroco y Rococó, se Inició en el Siglo XVII.
VIENA: LATITUD: N48º12.121' / LONGITUD: E016º22.220'

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